Imagina una ciudad sobrevolada por zeppelines flotantes dotados de cámaras de vigilancia día y noche observando todo lo que ocurre en las calles y, ¿por qué no? también echando un vistazo en el interior de las ventanas de los edificios.
No se trata de la obra 1984, sino del HB50 Hyperblimp, una nave que puede volar de forma autónoma con forma de Zeppelín clásico relleno de hidrógeno de 16.5 metros de largo que puede desplazarse a una velocidad de 40 Km/h de forma tan silenciosa que no puedes saber que lo tienes justo encima de tu cabeza. En la base de la nave existen una serie de cámaras de vigilancia con sensores de visión nocturna que van captando todo lo que ocurre justo debajo.
El Zeppelin puede dirigirse a distancia por control remoto y se mantiene en el aire un máximo de 7 horas gracias a un motor eléctrico silencioso de forma que pueda ir patrullando las calles de una ciudad de forma indetectable como si fuera algún tipo de coche policía volador no tripulado.
¿Ciencia-ficción? La idea es mantener a raya a los amigos del crimen, pero lo cierto es que es fácil imaginar el siguiente paso evolutivo de unos Zeppelines como éstos que pudieran realizar su tarea de vigilancia de forma automatizada, analizando el tráfico de redes WiFi o controlando tu posición a través de tu teléfono móvil … como suele decirse ¿quién vigila a los vigilantes?
La empresa que los fabrica, Hyperblimp, se ha basado en tecnología militar para su fabricación y los tienen a la venta por unos 12.000 euros la unidad. El primero en comprar algunas unidades ha sido el Ayuntamiento de Utah, en EEUU, para dotar a la policía de la ciudad y los pondrán en funcionamiento antes de Navidades.
Fuente swns