Unas esposas ya de por sí pueden ser muy desagradables y en las últimas décadas se han convertido en uno de las herramientas policiales clásicas para inmovilizar a un detenido. Lo inquietante es que las esposas se han rediseñado totalmente para convertirse en algo más terrible todavía. Imagina aquí que un policía pudiera activarlas a distancia o programarlas para que suelten una descarga eléctrica o bien para que suministren algún tipo de calmante a la persona que las lleva puestas. Muy divertido.
Estas esposas han sido diseñadas por una empresa de Arizona y lo cierto es que tienen un aspecto muy futurista que luego se acentúa cuando descubres su funcionamiento. En el caso de que un detenido que las lleve puestas cree problemas o, simplemente, intente escaparse, recibiría un castigo allá donde se encuentre. Una descarga eléctrica de estas esposas sería equivalente a las que emiten los tásers y ya se sabe que, en algunos casos, pueden llevar a provocar la muerte. En el caso de los calmantes el peligro es similar, sobre todo porque el detenido en cuestión podría sufrir de algún tipo de alergias o problemas de salud, aunque también podría utilizarse para suministrar a distancia algún tipo de medicamento que necesitara el detenido.
Estas esposas podrían pasar a convertirse en pequeños objetos de tortura y actualmente se encuentran en proceso de fabricación, lo cuál significa que empresas de seguridad y policías de algunos países comenzarán a utilizarlas en breve. [Vía Popsci]
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