Internet es un campo abierto donde cualquiera puede adoptar la personalidad que desee y expresarse libremente. Esto significa que es un terreno ideal para que las ideas fluyan libremente y cada uno pueda decir lo que piensa en todo momento. Un efecto colateral dentro de esta fauna internáutica es la aparición de la figura del troll, aquél que se dedica a enviar comentarios aquí y allá sin más interés que el de crear polémicas artificiales por diversión propia y la de aquellos que sepan entender que solo están ‘troleando’.
Resulta que en Arizona-EEUU están a punto de aprobar una polémica Ley que actualmente está esperando la aprobación del Gobernador del estado para entrar en vigor:
Es ilegal que una persona intente aterrorizar, intimidar, amenazar, acosar, molestar u ofender utilizando cualquier dispositivo electrónico o digital utilizando un lenguaje obsceno, indecente, profano, lascivo o que inflinjan daño físico a una persona o a sus propiedades.
Como puede verse, el punto importante en la Ley es donde menciona a los dispositivos electrónicos y digitales, es decir, tu ordenador, smartphone, tablet, etc.
Los que se han manifestado en contra de la ley han argumentado que se trata de una medida muy restrictiva que prácticamente abarca cualquier tipo de comentarios, posts y artículos que encuentres en blogs, marcadores sociales como reddit, digg o meneame, redes sociales como Facebook o Twitter, conversaciones en chats, etc.
Pero además de eso, lo más preocupante es que en muchos casos definir a un comentario como ofensivo es algo muy subjetivo que variará mucho dependiendo de quién tenga que juzgarlo. Ya se sabe que muchas veces las verdades ofenden, así que ¿habrá que ser siempre políticamente correcto y decir solo aquello que se supone que tienes que decir? Por otro lado, leyes como esta irían en contra de los derechos constitucionales que garantizan la libertad de expresión.
De momento, esta ley se está estudiando en Arizona, pero da la sensación de que son solo chispas que acabarán arrasando todo el mundo convirtiendo la libertad que hasta ahora disfrutábamos en Internet en algún tipo de dictadura digital 2.0 donde cada individuo está perfectamente identificado y localizado. [Link, vía Gizmodo]