Parece que han tenido que pasar miles de años hasta que la Humanidad ha dado con uno de esos inventos que debieron existir hace mucho: la olla que da vueltas a la comida de forma automática, se acabó tener que estar en la cocina con un cucharón agitando los ingredientes de un lado a otro.
Teniendo en cuenta los tiempos en los que vivimos alguien podría pensar que se trata de algún tipo de olla con sensores electrónicos y motores que hagan el trabajo, pero lo curioso es que el truco está simplemente en la textura de la cara interior del recipiente, algo así:
Parece que la idea es tan simple a la vez que ingeniosa como la de insertar un palo en un trapo e inventar la fregona, un invento que hace unas pocas décadas no existía oficialmente a pesar de lo simple del concepto.
A medida que el agua se va calentando las leyes de la termodinámica hacen que el agua se adapte a la forma interna del recipiente, creando un remolino que no para de girar mientras el interior se mantiene a cierta temperatura.
Otra ventaja colateral de esta olla es que consigue que el agua se caliente antes, así que tienes la comida lista en menos tiempo y además necesitas utilizar menos agua en el proceso de cocción.
Lo más curioso de todo es que esta olla que auto-remueve la comida ha sido inventada en Japón por un dentista llamado Kuru-Kuru Nabe. Un vídeo en acción aquí abajo. [Device]