Un ciudadano de EEUU llamado Nadav Nirenberg no solo perdió su flamante iPhone estas navidades, sino que además le ocurrió de una forma bastante ‘tonta’: se lo dejó olvidado en el asiento de atrás de un taxi neoyorkino.
Lo primero que hizo para intentar recuperar su smartphone fue llamar a su propio teléfono y enviar mensajes de texto esperando que la persona que lo encontró fuera lo suficientemente amable como para devolvérselo, ya sabes, el espíritu navideño y todo eso. Incluso ofreció una recompensa. Sin embargo, parece que el ‘encanto’ del iPhone le hizo inmune a sensiblerías navideñas y prefirió quedárselo.
Aquí es donde Nadav entró en cólera, decidió recuperar su gadget por cualquier método y comenzó una historia realmente extraña. Casualmente, se le presentó la oportunidad cuando se dio cuenta de que alguien había utilizado su perfil en una popular red social de contactos llamada OkCupid. Él no había sido, así que obviamente tenía que tratarse de la persona que le había robado el teléfono que ni siquiera había pensado en liberarlo o resetearlo de alguna manera antes de darle uso.
La técnica que utilizó Nadav a partir de aquí es, como poco, inquietantemente curiosa: abrió una cuenta en la misma red social recreando la identidad ficticia de una chica, Jennifer Gonzalez, de 24 años y utilizando una foto bastante sugerente.
A partir de aquí puedes imaginar el resto. Nadav contactó a través de su cuenta ‘gancho’ con el ladrón, que pensaría feliz y contento que había conseguido la chica de sus sueños pero no sabía la que se venía encima.
Nadav convenció al ladrón de que era realmente una chica ‘añadiendo montones de smileys y caritas en los mensajes’, lo cuál tiene bastante sentido. Al cabo de unas horas de chateo consiguió quedar con el ladrón, adivina dónde: en el mismo apartamento de Nadav.
Al parecer el tipo se presentó puntualmente, bien vestido y con una botella de vino y un bote de colonia. Llamó a la puerta, pero en lugar de ver cómo una chica voluptuosa la abría lo que notó fue la mano de Nadav que se había acercado por la espalda con UN MARTILLO en la mano asegurando que la policía estaba en camino. El resultado: Nadav recuperó el móvil, se quedó con 20 dólares en concepto de ‘indemnización’, la botella de vino y el bote de perfume. Una historia navideña realmente extraña porque al final de todo no tienes claro si hay uno o dos ladrones. En cualquier caso toma nota por si alguna vez pierdes tu móvil porque la técnica parece infalible. [Vía ubergizmo]
Esto me suena a publicidad de OKCUPID.
Dudo mucho que alguien sea tan tonto como para utilizar la cuenta de otro para ligar con un teléfono que no es suyo.
El tema es más serio: el ‘ladron’ sabe donde vive Nadav y cualquier dia le puede esperar a la salida e intercambiar unas palabras.