Normalmente, los aviones y helicópteros teledirigidos se limitan a despegar del suelo y realizar alguna que otra maniobra.
Sin embargo, el Falcon va más allá y es capaz de disparar bolas amarillas, no mortíferas, pero son lo suficiente para llevar a cabo alguna batalla aérea o practicar algo de puntería.
Quizás alguien con malas intenciones podría subtituir las bolas por otro material, como pequeños globos rellenos de agua o salsa de tomate … por si acaso viene con unas gafas para que tengas más pinta de piloto por un lado y por otro supongo que para protegerte de eventuales ‘bolazos’.