Aunque parezca extraño, una empresa tecnológica relacionada con el mundo audiovisual, Samsung, ha llevado a cabo un estudio en el que se demuestra que el vídeo en 3D produce fatiga ocular. No solo ha realizado el estudio, sino que además luego lo ha publicado, algo extraño desde el punto de vista de que una multinacional tiende a proteger sus productos y Samsung claramente está dentro del negocio 3D.
Según el estudio, los efectos se hacen más patentes a medida que alguien visiona una película más cerca de la pantalla, de lo cuál se deriva que es menos molesto acudir al cine a ver una película 3D que hacerlo en casa delante de tu televisor, a menos que tengas una sala muy grande, lógicamente.
La pregunta es si esto es un punto de marcha atrás para una tecnología que no termina de despegar o si a partir de aquí aparecerá algún nuevo sistema 3D diferente al actual que no produzca esa fatiga ocular.
Fuente engadget