Los caza tesoros submarinos dedican su vida a recuperar restos de naufragios y en ocasiones encuentran restos interesantes. En éste caso, unos exploradores suecos andaban buscando los restos de un navío que se hundió a unos kilómetros de las costas de Suecia repleto de botellas de vino que hoy día tendrían un valor de más de 10.000 euros cada una.
En lugar de encontrar lo que andaban buscando, el sónar desveló que debajo del agua se encuentra una curiosa estructura circular de 18 metros de diámetro junto a un rastro de 300 metros en el lecho marino que da a entender que el objeto se arrastró durante unos metros hasta quedar anclado.
Obviamente, no han tardado en aparecer los que sugieren que se trata de algún tipo de platillo volante o similar, pero el problema es que el precio de descubrirlo llegando hasta allá abajo no es precisamente barato y probablemente lo que encuentren sea una formación natural o quizás restos de alguna construcción humana que llegó hasta allí por algún motivo.
De hecho, los busca-tesoros que dieron con la estructura dicen que no piensan gastar dinero en ir hasta allí a ver qué es porque no es lo que andaban buscando, pero aparte de eso, yo digo que la forma es idéntica a la del Halcón Milenario y solo por eso merece la pena bajar a ver qué es: