A medida que el siglo XXI va avanzando uno espera encontrar algo que rompa radicalmente con la tecnología del siglo pasado y este concepto que llega desde los laboratorios de la NASA podría ser uno de ellos.
Se trata de un avión con unas líneas de diseño futuristas al estilo videojuego o película de ciencia-ficción pero cuya característica principal es otra: rotar en el aire 90 grados para cambiar su geometría y conseguir velocidades supersónicas.
La idea es que cuando un avión necesita planear en el aire, aterrizar o despegar a velocidades relativamente bajas le son útiles unas alas grandes como estas:
Una vez que quieres alcanzar velocidades supersónicas mayores entonces unas alas pequeñas se hacen más prácticas, así que el avión gira en el aire mientras que los propulsores situados en la parte superior pivotan para seguir apuntando hacia atrás. Fíjate que la cabina del piloto aquí queda en un lateral sobre una de las alas:
El avión se llama B-1 Lancer y con este concepto lo que intentan los ingenieros de la NASA es conciliar los diseños de aviones subsónicos y supersónicos que, normalmente, necesitan de unas características de diseño diferentes. La velocidad máxima de vuelo alcanzaría en teoría Match 2, podría transportar 70 pasajeros y además el vuelo supersónico se realizaría sin el clásico sonic-boom que se produce cuando un avión rompe la barrera del sonido.
La NASA ya ha puesto sobre la mesa una gran cantidad de dinero para conseguir llevar el concepto a la vida real y realizar pruebas en un tubo de viento. Si va bien saltar a un modelo que pueda tripularse y, quizás, lo acabes viendo algún día surcar los cielos girando en el aire. [NASA, dvice]