A veces los diseñadores de juguetes parecen más bien sádicos poniendo a prueba la paciencia de la gente … no tengo ni idea de a quién se le ocurrió fabricar ésta cucaracha voladora con control remoto …
Supongo que más que un juguete es un arma letal capaz de provocar a los más hipocondríacos un infarto, así que más de uno lo utilizará para aterrorizar al vecindario … aunque realmente, no se si merece la pena los 60 euros que cuesta, teniendo en cuenta que lo más probable es que acabe espachurrada debajo de algún zapato.
Como no podía ser de otra forma … se vende en Japón