Las nuevas tecnologías están permitiendo auténticas maravillas en el mundo audiovisual que hace unos años serían propias de estudios profesionales e impensables para el bolsillo medio. Un ejemplo son las cámaras de vídeo con alta resolución que además sirven como cámaras fotográficas (o al revés). Este tipo de cámaras híbridas no son nuevas, pero en este caso la JVC GC-PX10 es capaz de hacer las dos cosas a la vez, puedes ir tomando fotografías mientras estás grabando un vídeo.
La idea es te pongas a rodar una escena en vídeo y mientras tanto puedes ir tomando fotografías de la forma habitual, pulsando un botón. Por un lado se podría considerar que es lo mismo que grabar un vídeo y luego capturar de forma independiente los fotogramas que más nos gusten mediante un software de edición de vídeo, pero la primera opción parece más emocionante. Por otro lado puedes considerarlo como que se queda grabado toda tu sesión fotográfica para conseguir imágenes que de otra forma se habrían quedado fuera.
Incluye 32GB de memoria interna que puedes ampliar con tarjetas SDXC/SDHC, micrófono, pantalla de 3 pulgadas, un zoom óptico 10x y la resolución de la cámara alcanza los 12,75 megapixels y una resolución de 1.920 x 1.080. Alcanza 30 fotogramas por segundo en modo cámara de fotos y hasta 300 fps en modo vídeo, así que te aseguras de captar cualquier escena en la fracción de tiempo justa. El precio ronda los 800 euros. [ubergizmo]