El aceite es uno de los productos más saludables que podemos incluir en nuestra dieta pero también encontramos en el lado opuesto que es uno de los más contaminantes para el planeta. Por eso, una vez que lo hemos usado debemos encontrar las formas adecuadas de deshacernos de las sobras para evitar daños medioambientales.
Si no lo hacemos correctamente, el aceite acabará en mares, ríos y océanos. Como el aceite no se mezcla con el agua, acaba afectando a la fauna y la flora marina.
Por ejemplo, al quedar el aceite en la superficie sobre el agua, evita que los rayos solares pasen a las zonas más bajas, donde hay plantas que no pueden realizar la fotosíntesis adecuadamente.
¿Qué podemos hacer con el aceite usado?
En primer lugar, no tires el aceite por el fregadero, lavavo o cualquier otra tubería, porque esta es la forma directa de que acabe en el mar, además de que esta acción acabará obstruyendo las tuberías de tu casa.
Si lo tiras al jardín de tu casa, al final la tierra se hará infértil.
Reutilizar el aceite
La opción más ecológica y sensata es la de intentar reutilizar el aceite en la medida de lo posible.
Para ello, puedes utilizar un recipiente hermético y guardar allí el aceite a temperatura ambiente. Antes de volver a usar el aceite, puedes filtrarlo utilizando un típico filtro de café, de esa manera evitas partículas de alimentos que puedan darle al aceite un sabor ácido o incluso provocar el desarrollo de moho.
Si vas a utilizar el aceite para freír, mejor úsalo para preparar un tipo de comida similar, para evitar que se mezclen sabores.
Aun así, no es buena idea reutilizar el aceite más de dos veces. Si no tienes cuidado y lo reutilizas más de la cuenta podría ser dañino.
Reciclar el aceite
Los gobiernos y ayuntamientos suelen disponer de planes y lugares de reciclaje. Pregunta si existen puntos de recogida de aceite usado. También existen empresas interesadas en hacerse con tu aceite para reutilizarlo como materia prima para fabricar biodiésel u otros productos y te facilitan la recogida.
En este caso, lo mejor es hacerse con un recipiente más bien grande para ir acumulando el aceite que vamos usando hasta que puedas poder reciclarlo.
Fabrica tus propios productos con aceite reciclado
Si tienes tiempo y te gusta hacer las cosas tú mismo, puedes reutilizar el aceite para fabricarte tus propios artículos y, de paso, ahorrar algo de dinero:
Conviértelo en jabón:
Solo necesitas el aceite, sosa cáustica, agua y algunos aceites esenciales para darle olor.
Fabrica velas:
Para ello necesitas un frasco bonito que te sirva como recipiente para la vela y un alambre que sirva de base para la mecha. La mecha puedes hacerla con un hilo de algodón. Solo necesitas preparar el hilo con el alambre dentro del recipiente y añadir el aceite y unas gotas de aceite esencial para conseguir buen olor.
Engrasa visagras:
En lugar de comprar engrasantes en la tienda, puedes aprovechar el aceite previamente filtrado.
Proteger los muebles:
Al aplicar el aceite sobre la superficie de muebles de madera (no barnizados), consigues una capa protectora. Para ello puedes utilizar un trapo limpio o una brocha.
Tirarlo a la basura
Si no te queda otra, una opción para deshacerte el aceite puede ser tirarlo a la basura, como cualquier otro producto de desecho. Puedes hacerlo de varias formas.
En primer lugar, procura que el aceite esté frío y utiliza un recipiente que no se rompa y tenga tapa hermética. Utiliza un recipiente que, de todas maneras, vayas a tirar a la basura. Si lo haces así, procura etiquetarlo para evitar que alguien lo encuentre e intente usarlo o consumirlo.
Otra opción aún más ecológica es la de congelar el aceite. Para ello introdúcelo en un recipiente y guárdalo en un congelador. Una vez que el aceite esté solidificado, puedes tirarlo directamente a la basura.
También puedes utilizar una bolsa de plástico hermética donde ya hayas tirado desperdicios como papel, restos de verduras o similares. Aquí puedes tirar el aceite directamente. Los restos absorberán el aceite y la bolsa hermética evitará que haya fugas.