Cuando uno piensa en los robots futuristas los imagina como seres humanoides dotados de capacidades sobre-humanas, visión perfecta, gran fuerza física y todos aquellos elementos que han introducido las obras de ciencia-ficción, pero rara vez imaginas a Terminator convertido en un crítico de arte con una boina en la cabeza y una pipa cayendo de la comisura del labio.
Según parece, en la Universidad Tecnológica Lawrence (EEUU) están dispuestos a otorgar a las máquinas de capacidades hasta ahora restringidas al ser humano entrando en algo tan espiritual como la compresión del Arte. En el fondo, una máquina no puede sentirse conmovida por una pintura de Da Vinci (¿quizás sí por una de Picasso?), pero un nuevo software es capaz de analizar una imagen y determinar su nivel de calidad artística.
Los desarrolladores de este nuevo sistema pusieron a trabajar el software sobre 1.000 cuadros de 34 pintores diferentes. El algoritmo fue capaz de determinar las similitudes entre diferentes estilos y las relaciones entre diferentes artistas. Los resultados fueron muy similares a los dictaminados por expertos en arte humanos.
La segunda parte del funcionamiento del software es la más interesante, porque están in tentando que además sea capaz de emitir opiniones sobre diferentes pinturas, posiblemente basándose en comparaciones con otras obras que encuentre en su base de datos.
Cuestión aparte es que quien controle este software en el futuro quizás controle qué es aquello que debe considerarse como que posee calidad artística o un número circense, incluso ¿por encima de la opinión de un ser humano? Inquietante un mundo en el que las máquinas dominen la sociedad de formas inesperadas hasta el momento. [Link, imagen Wikipedia]
