El Chrome Waterfall Faucet es el grifo futurista que uno espera encontrar algún día en cualquier cuarto de baño de este siglo. No solo tiene un diseño que parece salido de una película de Star Trek, sino que además incluye unos LEDs que se encienden con diferentes colores según la temperatura del agua.
Como es lógico, el color rojo es el asignado al agua caliente, luego los tonos van cambiando pasando por el verde para agua tibia hasta el azul en el caso de que el el agua que corre sea fría.
Funciona nada menos que con cuatro pilas AA, algo un poco extraño, porque la tecnología LED realmente no necesita mucha energía eléctrica para funcionar. Quizás un sistema que aproveche la corriente del agua para obtener electricidad habría sido suficiente para conseguir algún tipo de efecto luminoso, aunque seguramente con menos potencia de luz.
Según afirma el fabricante es fácil de instalar así que si te interesa puedes comprarlo por unos 60 euros.