Esta curiosa farola no solo sirve para iluminar las calles, sino que aprovecha que está situada en un lugar repleto de coches circulando para absorber el humo que producen y convertirlo en combustible.
Por un lado sirve para limpiar las calles de gases contaminantes, por otro, un sistema transforma el dióxido de carbono en biofuel … y como resultado de la transformación suelta oxígeno … así que de humo contaminante obtienes aire puro y combustible además de iluminar las calles … mmm, ¿demasiado bonito para ser verdad?
El truco está en que en el interior de su estructura se encuentra un líquido que contiene un tipo de algas … al mezclar éste líquido con CO2 se consigue una reacción química que da como resultado el biofuel y el oxígeno. El biofuel se utiliza para que la farola tenga energía con la que encenderse y el restante se envía a través de tubos subterráneos hasta estaciones de gasolina … de alguna forma se crea un ciclo como en un ecosistema y, por otro lado, parece que al final existen maneras ecológicas de extender la Era del Petróleo unos años mas …