En la Universidad de Harvard han desarrollado lo que podría definirse como el material más resbaladizo del mundo, al menos hasta ahora, pero este récord que podría verse como algo de dudosa utilidad práctica en realidad podría revolucionar el mundo que nos rodea: el hecho de que sea tan resbaladizo implica que no puede ensuciarse.
Imagina un material que repele cualquier substancia que se acerque a su superficie, ya sea agua, tomate frito o un insecto de esos que son capaces de mantenerse agarrados a una pared vertical sin caerse. Al parecer nada se resiste a su capacidad resbaladiza.
El invento se basa en una capa lubricante especial que se consigue adherir sobre otra capa de teflón, el resultado es un material que repele prácticamente cualquier cosa.
Las aplicaciones prácticas son muchas, desde mejorar los niveles aerodinámicos de aviones o de barcos reduciendo el nivel de rozamiento con el agua, botes tomate o de pasta dentífrica que dejan caer hasta la última gota o puede que ropa, platos o cubiertos que se limpien de forma realmente fácil. [telegraph]
Eso se llama efecto Lotus.
Ese seguramene sea el más resbaladizo hasta ahora, pero fijate que ya se usan vidrios de superficies muy resbaladizas en los rascacielos donde nadie puede subir a limpiarlos, por ejemplo.