Hamburgo se ha convertido en la primera ciudad del mundo que dispone de un edificio que obtiene toda la energía que necesita de las algas. Nada de paneles solares, cables conectados a la red eléctrica nacional o turbinas de viento. El edificio ha sido inaugurado recientemente y no sólo es curioso por la fuente de energía tan poco habitual que utiliza sino por su aspecto externo. De hecho es posible que cuando eches un vistazo a la fachada en la imagen de abajo quizás te de las sensación de que es una recreación digital, pero no, es una foto.
El nombre con el que han bautizado el edificio es BIQ House y las estructuras verdosas que se ven justo en la parte frontal son las que albergan los cultivos de algas. La fachada del edificio está orientada de forma que se optimicen el número de horas solares que recibe cada día para que se estimule el crecimiento y reproducción de las algas. La biomasa que se genera y el calor de la luz solar se suman aqui para conseguir energía eléctrica pero no solo eso, además puede redirigirse el calor obtenido para conseguir agua caliente.
Lo que no queda claro es qué nivel de autosuficiencia energética se consigue, porque las necesidades actuales de cualquier hogar son relativamente altas si sumas electrodomésticos varios, ordenadores, pantallas de televisión, etc. Aun así, seguramente suponga un ahorro bastante interesante, quizás en poco tiempo encuentres fachadas como esta en edificios de ciudades de todo el mundo, al menos en aquellos países donde las compañías eléctricas no tengan suficiente poder como para evitar la proliferación de este tipo de diseños que consumen tan poco. [Más info inhabitat]
Impresionante, si se pude extrapolar una cosa así a todos los edificios de nueva construcción estaríamos ante un avance increíble que nos alejaría de los oligopolios eléctricos actuales.