Aunque pocos la han probado, la comida para astronautas no tiene pinta de que esté demasiado buena. Sin embargo, todavía puede ser peor de lo que imaginas. En la NASA están testeando una nueva bolsa de reciclaje orientada a convertir cualquier tipo de líquidos en agua potable, y cuando dicen ‘cualquiera’ puedes pensar literalmente en cualquiera, incluyendo orina.
La bolsa funciona a través de un sistema de ósmosis, es decir, una membrana semipermeable que separa dos fluídos. Uno de ellos va atravesando la membrana lentamente dejando atrás substancias contaminantes que no son buenos para consumir.
El líquido que queda filtrado para beber resulta con una serie de minerales que la convierten en algo así como una bebida isotónica de la que se bebe después de hacer ejercicio físico.
En realidad, la NASA ya tiene sistemas que reciclan todo tipo de líquidos durante misiones espaciales, pero este sistema es más económico y no necesita energía extra para funcionar.
Lo peor es imaginar que este invento llegue a comercializarse de algún modo y que un día puedas encontrar bebidas energéticas fabricadas con pipí en tu supermercado más cercano.
Fuente wired